Fueron creadas para entretener, distraer y que la gente se quede dentro de la app. Tu marca está publicando contenido, pero si no tenés una web que funcione como base, estás jugando con las reglas de otro. El feed cambia, el alcance baja, el algoritmo no avisa. Instagram no es tu local. Es el cartel. El lugar donde se concretan las ventas es otro: tu tienda online.
Mi marca necesita una tienda!Sirven para eso: generar tráfico. Llamar la atención. Llevar personas hacia el único lugar donde podés vender con libertad: tu web. Ahí podés mostrar tu catálogo completo, contar tu historia, medir resultados y —sobre todo— cerrar ventas sin depender de un algoritmo.
Está bien quiero mi web!